Crea tu rutina de sueño
La hora de dormir puede ser un sueño o una pesadilla. Todas hemos sufrido de insomnio en alguna ocasión y sabemos lo difícil que es lidiar con esta situación. En mi caso, mi ‘mala higiene del sueño’ se suele deber a brotes de ansiedad que consiguen que de vueltas en la cama sin poder cerrar el ojo. Aunque en este último par de años he conseguido crear una rutina que me funciona y consigue que me quede durmiendo relativamente rápido. Te cuento mis tips para poder descansar mejor.
Empecemos estableciendo una hora para comenzar la rutina que seas capaz de mantener en el tiempo, así tu cuerpo se acostumbrará a que a X hora te vas a la cama y tu ciclo de sueño mejorará.
Para establecer tu rutina de sueño deberás establecer los pasos que consideres que le indiquen a tu cuerpo que es hora de dormir. También es muy importante el entorno, por ejemplo: que no haya mucho ruido en la habitación, que la ropa de cama sea de fibras naturales y se cambia a menudo (por lo menos una vez a la semana) y que la iluminación sea relajada. Una vez tengamos el entorno controlado, vamos con la rutina.
Lo primero de todo, es dejar el móvil al menos media hora antes de empezar tu rutina (lo ideal sería una hora, pero sabemos que es difícil). Así que ponte la alarma y déjalo cargando en modo avión en la mesita.
Para mí el segundo paso es una ducha de agua templada (aunque bueno, reconozco que en mi caso es ardiendo y es malísimo para la piel, pero no lo puedo evitar…).
Seguidamente mi rutina de skincare, este es mi momento de relajación favorito. En mi cabeza ya tengo asimilado que después de ponerme ‘mis potingues’ lo siguiente es la cama. Mi rutina es bastante sencilla pero efectiva. Empiezo con la doble limpieza (manteca + gel limpiador), sigo con contorno de ojos, sérum iluminador y crema hidratante. Otro paso que también me gusta es aplicar crema corporal en piernas y brazos, muy poquita cantidad porque es bastante untuosa, pero el olor que tiene es una delicia.
Lo siguiente para mí es meterme en la cama (que si la dejas hecha por la mañana ya es maravilloso) y normalmente poner algo en la tele que me aburra un poco, así concilio el sueño más fácilmente. Pero este paso te lo puedes saltar y pasar directamente al siguiente.
Lo que más me ha ayudado a quedarme durmiendo y a tratar mi ansiedad es pensar en afirmaciones positivas sobre mi vida y repetírmelas. Por ejemplo: tengo un trabajo que me gusta, una pareja que me trata genial, mi familia está sana… Este tipo de ‘gratitud’ consigue que desconecte de pensamientos negativos y hace que me quede durmiendo en un pispás.
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