Gratitud y felicidad van de la mano

Diversos estudios demuestran que las personas más felices son las que muestran un mayor grado de agradecimiento. Y es que, cuando nos paramos a valorar nuestro entorno, la naturaleza, las personas que nos rodean, las experiencias que vivimos o todo lo que hemos ido logrando, podemos observar la cantidad de cosas buenas que nos envuelven. Por eso, es fundamental para sentirnos felices, detener la atención en los pequeños detalles del día a día, porque todos los días, aunque a veces no lo creas, nos pasan un montón de cosas buenas.

Una buena manera de practicar el agradecimiento es, cada noche antes de irte a dormir, pensar en todos aquellos hechos que han pasado en tu día y de los que te sientes agradecido, desde los más simples a los más notables, todos cuentan y forman parte de tu felicidad. Seguro que encuentras más de 10 cosas por las que sentirte agradecido y que probablemente no te habías parado a valorar.

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Además, las personas que expresan gratitud viven más atentos a los pequeños detalles cotidianos, que para muchas otras personas pasan desapercibidos. Y es que, una sonrisa, un abrazo, un gesto bonito de alguien desconocido o haber podido disfrutar de un desayuno con personas a las que quieres, son cosas que no podemos dar por sentadas. Las debemos agradecer cada día.

Agradece cada gesto y tu salud física y mental te lo agradecerán.